El texto se ha traducido del inglés al español.
La mayoría de la población de algunos de los países que reciben más inmigrantes afirman que estos fortalecen sus países, según un nuevo informe del Pew Research Center que recoge datos de los 18 países que acogen a más de la mitad de la población inmigrante del mundo.
En 10 de los 18 países encuestados, la mayoría cree que la inmigración contribuye a la fortaleza del país y no supone una carga. Entre esos 10, se encuentran algunos de los países que más inmigrantes reciben del mundo: Alemania, Australia, Estados Unidos, Francia y Reino Unido (cada uno acogió a más de 7 millones de inmigrantes en el 2017). Por el contrario, en Grecia, Hungría, Israel, Rusia y Sudáfrica la mayoría considera que los inmigrantes son una carga para el país. A excepción de Rusia, estos países tienen menos de 5 millones de inmigrantes respectivamente.
En Estados Unidos, el país con el mayor número de inmigrantes del mundo, seis de cada 10 personas adultas (59 %) consideran que los inmigrantes fortalecen el país gracias a su trabajo y su talento. En cambio, un tercio (34 %) piensa que son una carga, ya que les quitan los puestos de trabajo y las prestaciones sociales. Las opiniones sobre la inmigración en EE. UU. han cambiado desde los años 90, en los que gran parte de los estadounidenses afirmaban que los inmigrantes suponían una carga para el país.
Las opiniones sobre el impacto de la inmigración también han cambiado en seis de los países de la Unión Europea encuestados desde el 2014, la última vez que el Pew Research Center consultó a la población europea. En Alemania, Grecia e Italia, tres países que recibieron grandes flujos de inmigrantes durante la ola de refugiados del 2015, el número de personas que opinaban que estos fortalecerían el país cayó en picado en el 2018. Sin embargo, la opinión pública cambió hacia el otro extremo en España, Francia y Reino Unido, países que recibieron menos solicitantes de asilo en el 2015. En el 2018, en estos tres países, la mayoría sostuvo que los inmigrantes fortalecían su país. En el 2014, solo la mitad apoyaban esa postura.
“Nos encontramos con que, en los países con mayor número de inmigrantes, la mayoría los considera una fortaleza más que una carga para la sociedad”, sostiene la investigadora sénior Ana González-Barrera. “Por otra parte, los encuestados se muestran escépticos sobre la disposición de los inmigrantes a integrarse en las sociedades que los acogen”.
Estos son algunos de los resultados de una encuesta del Pew Research Center realizada a 19 235 encuestados entre el 14 de mayo y el 10 de agosto del 2018 en 18 países.
Los resultados clave del informe incluyen:
Opiniones divididas sobre la disposición de los inmigrantes a adoptar las costumbres y el estilo de vida de las sociedades de acogida: en seis países de destino (EE. UU., Francia, Japón, México, Sudáfrica y Suecia), es más común pensar que los inmigrantes están dispuestos a adoptar las costumbres y los hábitos del país de acogida, en lugar de querer diferenciarse. Por el contrario, en ocho países de destino (Alemania, Australia, Grecia, Hungría, Israel, Italia, Polonia y Rusia) tienden a pensar que los inmigrantes quieren diferenciarse y no están dispuestos a adoptar las costumbres y los hábitos del país de acogida.
En muchos países, la mayoría sostiene que los inmigrantes que viven en su país en situación irregular deberían ser deportados: En siete de los 10 países de la UE encuestados, la mayoría apoya la deportación de los inmigrantes que viven en su país en situación irregular. En EE. UU., la opinión pública se encuentra dividida. Alrededor de la mitad (46 %) apoya la deportación de inmigrantes en situación irregular, mientras que la otra mitad (47 %) se opone. En México, menos de la mitad (43 %) afirma apoyar la deportación de inmigrantes en situación irregular. En la mayoría de los países encuestados, aquellas personas que se encuentran ideológicamente a la derecha tienden a apoyar la deportación.
Menos preocupación por la delincuencia que por el terrorismo: En varios países receptores de inmigración, una gran mayoría no cree que los inmigrantes tengan más culpa que otros grupos de que haya delincuencia. Es el caso de Canadá, EE. UU., Francia y Reino Unido. Es en Grecia, Sudáfrica y Suecia donde la mayoría cree que los inmigrantes tienen más culpa que otros grupos de que haya delincuencia. Por el contrario, siete países europeos (Alemania, Grecia, Hungría, Italia, Países Bajos, Rusia y Suecia) creen que la inmigración aumenta el riesgo de terrorismo en sus países. Hay opiniones divididas sobre el tema en Australia, Israel y Reino Unido. En Polonia, la mitad (52 %) sostiene que la presencia de inmigrantes aumenta el riesgo de terrorismo, mientras que el 28 % opina lo contrario. No obstante, una parte sustancial (19 %) de los encuestados en Polonia se negó a posicionarse.
El informe completo está disponible solo en inglés.